A comienzos de este verano, la Autoridad de Competencia y Mercados británica (CMA, por sus siglas en inglés) advirtió al club escocés Glasgow Rangers y a la multinacional JD Sports de una próxima sanción porque descubrió que habían fijado ilegalmente los precios de las camisetas del equipo. En una economía de mercado todo es relativo, y la última palabra la tiene siempre el consumidor, por más que su comportamiento esté condicionado por el bombardeo de la publicidad, las posibilidades que dan los sistemas de crédito o la caducidad programada de los bienes que adquiere.